Quién fue Papá Noel: origen e historia de Santa Claus y su conexión con la Navidad

Se acerca la Navidad y como todos los años vuelven las preguntas sobre Santa Claus. ¿Verdaderamente existió Papá Noel? ¿Por qué se le adjudicó ese nombre? ¿Cómo se formó su imagen?

Si bien no hay documentación oficial que resuelva estas preguntas, las leyendas y los relatos hagiográficos ayudan a encontrar respuestas acerca del origen de Papá Noel y su conexión con la Navidad.

Nicolás de Mira, más tarde conocido como San Nicolás de Bari, nació en Mira en el Siglo III y perteneció a una familia cristiana con una buena posición económica.

Tras la muerte de sus padres a causa de la peste, el adolescente decidió donar toda la fortuna heredada a los niños más necesitados y dedicar su vida al sacerdocio en la actual Turquía.

Luego fue nombrado obispo. Sin embargo, su ascenso no está del todo claro. Según la leyenda hagiográfica, el obispo de Mira había fallecido y los sacerdotes no podían decidir cuál tomaría su lugar. Esta versión explica que uno de ellos dijo que sería su reemplazante el próximo sacerdote que ingresara al templo. Y ese fue Nicolás de Mira.

También se cree que su posición económica influyó en su rápida transformación de sacerdote a obispo de Mira.

Al igual que la mayoría de los personajes públicos y cristianos de esa época, fue perseguido y encarcelado a causa de sus pensamientos y acciones. Nicolás de Mira ordenó derribar el templo de Artemisa en su lucha contra el paganismo y fue el impulsor de la condena del arrianismo, la doctrina que aseguraba que Jesucristo no existía.

A pesar de que, según la leyenda, también quemaron su barba, Nicolás siguió firme con sus pensamientos y discurso en contra de la adoración de los dioses paganos.

Años más tarde, fue el emperador Constantino quien lo liberó de prisión.

El 6 de diciembre del 343, aunque no se conoce el año exacto, Nicolás de Mira murió. Pero la pregunta es: si su vida, obra y muerte se situaron en Turquía ¿por qué se lo conoce como San Nicolás de Bari?

Unos 700 años luego de su fallecimiento y tras la invasión musulmana, un grupo de fieles trasladó a escondidas todas su reliquias y pertenencias a una ciudad de Italia, Bari precisamente, donde se encuentran actualmente.

Esto es interpretado como una doble radicación, por lo que San Nicolás de Bari es venerado tanto en el Oriente como en el Occidente, además de los diversos milagros que se le atribuyen.

Su nombre fue difundido por todo el mundo y llegaron a haber más de dos mil templos dedicados a él.

El patrono de Turquía, Grecia y Rusia era invocado ante catástrofes naturales, naufragios, entre otras desgracias. Además, en caso de tempestades violentas, es él a quien le oran los marineros.

Uno de los milagros atribuidos a San Nicolás de Bari está relacionado con los niños, y es este dato, de acuerdo con la leyenda, lo que lo conecta con la Navidad y más tarde le dará el nombre de Santa Claus.

Algunos dicen que un criminal había herido de muerte a tres niños, otros aseguran que se cayeron de un árbol exactamente al mismo tiempo. Fueron las oraciones de San Nicolás de Bari las que milagrosamente los curaron.

Otra historia cuenta que lanzó tres monedas de oro por la chimenea de una familia necesitada con tres niñas y que cayeron dentro de tres medias.

Si bien la información conocida se transmitió de generación en generación y por medio de leyendas, no hay documentos que certifiquen la verdadera razón por la que se asocia a San Nicolás de Bari con la imagen de Santa Claus y la Navidad.

Sin embargo, un indicio de esta conexión, además de la leyenda de las monedas de oro, se trata de que en el día de su santoral, el 6 de diciembre, se entregaban luces y regalos a los niños.

Esta costumbre se cree que es la más certera acerca del inicio de la tradición de Papá Noel.

La condición de santo de San Nicolás de Bari le da el nombre de “Santa”. En tanto, “Claus” deriva del diminutivo de su nombre en alemán, Niklauss. Aunque también podría provenir de Sinterklaas, como se lo conocía en Holanda.

A principios del siglo XIX, fue el escritor estadounidense Washington Irving quien deformó estos nombres a “Santa Claus”. Además, en su libro Knickerbocker’s History of New York lo establece como alguien que llegó en barco al viejo continente y que reparte regalos a los niños a través de las chimeneas.

Aunque a mediados del siglo XIX todavía no se había formado la clara figura que conocemos, fue por medio del libro de Washington Irving y el poema “El guardián de Nueva York” del escritor americano Clement Moore que se creó la imagen de un anciano con una gran panza y una larga barba blanca.

Todas las representaciones gráficas difundidas de San Nicolás de Bari fueron claves para la repercusión de Santa Claus y la imagen que se tiene de él hoy en día.

En el poema de 1823 aparece por primera vez la figura de Papá Noel sobre un trineo con renos y medias colgando de él donde se encontraban los regalos.

En 1864, la imagen de Santa Claus se fue unificando para dejar una sola interpretación del mismo. El caricaturista germano-estadounidense Thomas Nast realizó una serie de ilustraciones para la revista política y cultural Harper’s Weekly: un anciano bajo, con aspecto de duende, con un apipa y su traje característico.

El color de su traje era blanco y rojo porque Nast se había inspirado en la vestimenta de los obispos. Como la gran parte de las publicaciones eran en blanco y negro no todos conocían los colores originales.

Los rasgos actuales de Santa Claus se remontan a 1931, cuando Coca Cola le encargó al pintor sueco Haddon Sundblom los dibujos para una campaña.

Hasta mediados de los años 60, los dibujos de Sundblom se fueron actualizando para la marca. Hoy en día, las campañas de diciembre de Coca Cola son las más relacionadas a Santa Claus y la Navidad.